Marca personal
Qué decís que no vas a llorar si sabes que te encanta?
No sé de quién es la frase, pero dió vueltas por mi cabeza toda la noche, anoche. Veía la humedad pasearse entre los paneles de la humanidad, y solo pensaba en "Qué decís que no vas a llorar si sabes que te encanta?". Tendencia al llanto, vano a veces, la mayoría de las veces.
Necesito irme. Lejos. Nada personal, solo íntimo. Hoy me di vuelta en un momento, y lo vi. Estaba ahí, no, no era un mísíl en mi placard, sino mi suave forma de manejar los status quo, mi conformismo. Creí que lo había dejado atrás, pero vi que no fue así. Sin embargo, por suerte no se ha incrementado, solo se mantiene, en una función lineal, constante en el tiempo. Latente. Impecable.
Y además vi que no tenía deseos de salir de mi lugar, o quizás algunos pequeños, que recién comienzan a gestarse, pero que necesitarán un tiempo para madurar. Tiempo? De cuánto tiempo estamos hablando? Horas, días quizás. Pero en la vida de un geminiano eso ya es mucho. Muchisimo. Casi una eternidad. Vivo entre tres y cinco vidas por día, es lógico que me confunda, que malinterprete, que invente, que divague, que tergiverse las cosas. Y que todo fluya rápidamente, sin respiro. Rupturas? Ya no las concibo, no puedo hacerlo. La totalidad incluye las rupturas, no tengo fin.
Y todo conmigo es así, desordenado, una cosa lleva a otra sin secuencia, sin principio, sin cortes.
A veces estoy, a veces no. A veces quiero, a veces no. A veces busco, a veces no. Depende de muchos factores que hasta yo ignoro y que afectan mi existir. Tampoco me importa conocerlos.
Blah, me cansé de escribir y pensar boludeces. Y acabo de enterarme de quién es la frase que puse al principio, un tema de Turf -qué bajo he caído!-
Perdón.
No sé de quién es la frase, pero dió vueltas por mi cabeza toda la noche, anoche. Veía la humedad pasearse entre los paneles de la humanidad, y solo pensaba en "Qué decís que no vas a llorar si sabes que te encanta?". Tendencia al llanto, vano a veces, la mayoría de las veces.
Necesito irme. Lejos. Nada personal, solo íntimo. Hoy me di vuelta en un momento, y lo vi. Estaba ahí, no, no era un mísíl en mi placard, sino mi suave forma de manejar los status quo, mi conformismo. Creí que lo había dejado atrás, pero vi que no fue así. Sin embargo, por suerte no se ha incrementado, solo se mantiene, en una función lineal, constante en el tiempo. Latente. Impecable.
Y además vi que no tenía deseos de salir de mi lugar, o quizás algunos pequeños, que recién comienzan a gestarse, pero que necesitarán un tiempo para madurar. Tiempo? De cuánto tiempo estamos hablando? Horas, días quizás. Pero en la vida de un geminiano eso ya es mucho. Muchisimo. Casi una eternidad. Vivo entre tres y cinco vidas por día, es lógico que me confunda, que malinterprete, que invente, que divague, que tergiverse las cosas. Y que todo fluya rápidamente, sin respiro. Rupturas? Ya no las concibo, no puedo hacerlo. La totalidad incluye las rupturas, no tengo fin.
Y todo conmigo es así, desordenado, una cosa lleva a otra sin secuencia, sin principio, sin cortes.
A veces estoy, a veces no. A veces quiero, a veces no. A veces busco, a veces no. Depende de muchos factores que hasta yo ignoro y que afectan mi existir. Tampoco me importa conocerlos.
Blah, me cansé de escribir y pensar boludeces. Y acabo de enterarme de quién es la frase que puse al principio, un tema de Turf -qué bajo he caído!-
Perdón.