Posible Imposibilidad.

Aquel punto incognoscible, ese, me tiene desvelada. De hecho no es solo uno, sino varios, y se conjugan dando lugar a espantosos pensamientos. La muerte, mi condición de ser mortal, perecedera, contingente, volátil. Y no saber por qué. Haber sido arrojada al mundo, sin más que un cuerpo y eso que llaman razón, que creo no tener idea de qué es. Ese pequeño, pero existencial dilema luego fue tomando otras partes... hasta llegar al final desencantamiento: eso que creía que era incorruptible, mágico, místico, del más allá, caía también dentro del agujero negro de la indeterminación, de la imposibilidad, de la nada. Y con eso, mi espíritu.
Quizás se trate de lidiar con mi idealismo frustrado, de aceptar la realidad y vivirla... pero es solo una posibilidad. Por el momento, lo escribo, me aproximo de una forma imperfecta, inacabada a mi sentir. Intento determinar lo indeterminable. Me expongo ante mi existencia, la dejo atravesarme y trato de materializarla. Es en vano, lo sé. Ya mis palabras no recubren lo que soy, está esa sombra que no puedo nombrar, que solo puedo percibir.
Mi idealismo consistió esta vez en creer que si bien yo no era capaz de verla y definirla -la sombra, el vacío, el punto incognoscible-, un alteridad si podría hacerlo; y confié todo a ello. Error. Grave error.