jueves, agosto 14, 2008

Boquitas color rojo carmesí

Vamos creciendo y se nos hace más difícil ser moldeables, cambiar, adaptarnos. Es como si se fuera secando el material del cual estamos hechos (quizás no solo carne y huesos) y quedaramos así, tal como estamos. El problema es la incompatibilidad, el desencuentro y esas cosas. El no querer quedarse como uno está. Tratar de respirar dentro del sarcófago cerrado, moverse, sonarse los dedos o rascarse la espalda. Pequeñas molestias que si no se resuelven a tiempo se transforman en quistes gigantes consumidores de vitalidad.

Creo que no me acordaba de cuánto te quería. No somos muñequitos de arcilla, mi amor, somos vos y yo. Ese miedo a lo que viene y esa mirada a lo que fue, el instante preciso antes de saltar al vacío.

Y saltamos, siempre saltamos.

jueves, mayo 15, 2008

Rojo señal

Eso que te pasa cuando respirás y me hablás, cuando cruzamos miradas o nos dejamos atravesar por cordiales saludos, o cuando bajo las sábanas me imaginas desnuda y tibia proponiéndote otra razón; eso, exactamente eso, es el intercambio lumínico fluorescente del que tanto me preguntabas. No hay tanto misterio, viste? Yo te dije que no te era ajeno, que te circulaba cada tanto y se te metía en las venas buscando salirse de vos.
Es rojo, no amarillo. Pero no rojo violáceo ni anaranja rojizo, rojo, ROJO SEÑAL. Rojo lumínico señal. Reflectores hirientes, destructores de tejido conectivo que a su paso cierran heridas y devuelven color.

miércoles, mayo 07, 2008

El regreso

Tuve ganas de volver a escribir y por eso pasé por la frustrante situación de no recordar mi nombre de usuario ni la contraseña que hacía juego y de desayunarme a que ahora blogger pertenece a google, como casi todo en el mundo cybernético (!)
La última vez que publiqué algo en este espacio fue en diciembre de 2006, cuando todavía no estudiaba letras, pero estaba en camino, tenía una relación tormentosa y cargada de rencores con M, no pensaba en ver a Soda Stereo en vivo alguna vez, ni sabía qué iba a ser de mis vacaciones próximas. Sentía que aquella tarde del 15 de diciembre en plaza francia se había roto algo, y necesitaba volverlo palabras para no sé... entenderlo? verlo? cambiarlo? o algo así. Para los curiosos, pude verlo, entenderlo e incluso repararlo de algún modo, o transformarlo en algo mucho mejor, sin tormentos ni rencores.
Hasta acá el segmento autobiográfico.



Mirame. Por favor, mirame. Esta vez sin ese cristal opaco de verdades sin certezas, de confusiones juveniles e instantes imperfectos. Solo mirame y decime lo que ves. Usame como péndulo para entenderte a vos, para entendernos a los dos inmersos en el mundo amenazador y controlador de nuestros momentos inquietantes. Buscame en el pasado y traeme de vuelta, pintándome los ojos con un gris ayer (alguno que también encuentres por ahí) y la boca con un rouge furioso, de esos que tanto te gustaban.
Y volvé a mirarme, ahora con esos reflejos en el aire, y decime que pensás. Si te parezco bonita o avejentada, si los recuerdos me sientan bien o me destruyeron el centro. Si descubrís alguna arruga o marca en mi piel, describila, fijate su relive (si es tuya o solo mia, o de los dos).
Ya sé, te agarro desprevenido, pero no es excusa. Sólo mirame. No hay nada que escribir, nada que pensar, es lo latente, lo permeable, lo que fue y lo que pudo haber sido; eso busco. Ese instante en el que se delineó nuestro contorno y se establecieron los ratos y las formas, los suspiros y las especulaciones.
Moveme, girame, dame vuelta, no tengo secretos ya, no hay escondites ni recovecos que no puedas ver; está todo ahí, estoy toda ahí. Los detalles que ya conocés siguen ahí, temblando, y los demás no son muchos y también esperan.
No me da igual lo que digas, pero no importa; si yo caigo vos también.


viernes, diciembre 15, 2006

Demasiado

Fue un andar fugaz,
Una risa estrepitosa?
Quizás un vano recuerdo
O una forma decidida?

Fue un cristal?
Una grieta en los albores?
Un pedido de auxilio?
Un trueno en caída?

Fue mi corazón
O tal vez el tuyo?
Mis ojos o tus labios,
Mi cintura o tu espalda?

El sonido agudo fue mi piel abriendose,
Mis músculos gimiendo y el estertor de mi alma
Ante la firmeza asesina de tus palabras.

Ahora sé que no hubo perdón
Y que aquellas lágrimas
Sólo fueron el comienzo
De un tiempo perdido,
Ahogado, callado.
Y que una tibia caricia
Desnudará un abismo;
Y que al intentar lamerme las heridas,
Tropezaré con tu mirada.

Y que al final habrá un sinfin de respuestas,
Para ninguna pregunta...

domingo, julio 23, 2006

Amalgamás

En aquel umbral, ante la luz esfumada de otoño,
Nos sometimos al interrogatorio fatal.

Sin lágrimas ni rencores,
Nos dijimos nuestra verdad.

Quedó intacto el estupor
De una lluvia sin grises,

Al observar la encadenada vertiente
De razones tenues y acarameladas.

Todas encausadas, temerosas del patíbulo,
Intentaban defenderse...

Rezago de una muerte sin fin,
De un alud perenne...

lunes, julio 03, 2006

Antiguo jardín

Sentados en el jardín,
Desenvolvíamos historias,
Inventábamos palabras precisas,
Pendulábamos al unísono
Soñábamos en stereo.

Paseando por el jardín,
Recordábamos aromas,
Saboreábamos nuevos frutos,
Desentramábamos el enigma,
Jugábamos con el azar.

Tracé un mapa, un camino,
Que conducía al infinito;
Dibujaste un cielo, una nube,
y una lágrima se desprendió.

Volvamos al principio,
Rompamos la cadena de causas y efectos,
Atravesemos el tiempo lineal,
Que limita, conduce y aniquila la magia.

Estallemos frente al sol,
Que la luz nos ciegue
Y nuestros cuerpos se encuentren de memoria.
Perdámonos en el horizonte,
Qué más da!
Siempre habrá otro sitio donde anclar...

domingo, julio 02, 2006

El eco del grito

Vuelve ese eco,
Un grito agotado
Pidiendo perdón.
No puede evitarlo
No tiene opción.
Atraviesa el aire.
Una nube, un ángel, un Dios
Al menos una forma
Un color.
El solo viaja,
pidiendo perdón

Perdón a esos oídos
Que lo sufren
Y a aquellos otros
Que no lo pueden escuchar.
Rompiendo cristales,
ventanas, paredes.
El traspasa,
el deviene,
el es.

Espera encontrar
Luego de ser tornado,
El campo de rosas intacto.

Desea ser viento y tormenta a la vez...




Debería dejar de pedir perdón.